Virgen Santa de Huachana Madre de Nuestro Señor
Tus devotos peregrinos piden hoy tu bendición…
Huachana es lugar de nacimiento en la lengua de los quichuistas. Lugar donde se da a luz. Donde se nace. Son siete casas durante todo el año, sin luz, sin agua, sin teléfono. Son ochenta mil personas en la última semana de cada julio…
Es baile, alcohol, fe y carnaval. Rodillas cansadas, pies sangrantes, promesas, testimonios, lágrimas.
Huachana para mí fue ver a una iglesia que viene naciendo. Que no sale en ningún medio (ni siquiera los locales). Donde en medio de tanta crisis, tanto sin sentido, un pueblo se encuentra en su ser hijo, su ser cristiano, su ser divino. No nos detienen ni los patrones ni los bobadales. Los nuevos alambres que año a año se multiplican son saltados, rodeados, y ojalá alguna vez sean cortados. Porque no hay explicación para tanto amor, no se entiende tanta fe. Y mucho menos desde algún lejano escritorio en una urbe gris. El pueblo es de María y María es de su pueblo. No se lo puede negar. Pregúntenle sino a todos los discípulos amados que en estos días se la llevaron a su casa; salteños, jujeños, santiagueños, tucumanos, chaqueños, formoseños. ¿Quién se atreve a decir que el pueblo no es cristiano, no es creyente? Que estúpida teoría la que venden por doquier donde quieren forzar la realidad a sus mediocres esquemas mentales.
Porque es más fácil. Es mejor así.
A un pueblo que no cree, que no siente trascendencia hay que guiarlo, hay que llevarlo, hay que adoctrinarlo. No sabe. No entiende. No concibe. ¡Pero ese pueblo no existe, ejércitos de masturbadores intelectuales! Ese es el pueblo que les conviene, que anhelan y desean para poder tener un atisbo de existencia colectiva ustedes que son solo lóbregas sombras de anhelos inconclusos, de partos abortados, de tristes borracheras que eligieron distraerse en divagues hipotéticos…a reconocerse hijos pródigos de una raza ancestral que vive y se sobrepone ante sus espíritus matricidas.
Un pueblo como este se sabe divino. Se sabe Hijo de Dios, se sabe libre y liberador. Tengan cuidado dueños de la noche, no menosprecien nuestro corazón de hijos. Tenemos una madre que nos cuida, que nos ama y que no nos deja solos.
En huachana, nuestra parroquia Del Carmen, nuestro pueblo de Campo Gallo; también encontró su lugar de nacimiento. Allí estuvimos todos, nuestro grupo de hombres haciendo el apoyo, los jóvenes y los exploradores, las mujeres y misioneras. Jóvenes y viejos. Ricos y pobres. Todos estuvimos junto a la madre.
Vimos y mostramos que se puede hacer una “parroquiacasadetodos”, una parroquia de puertas abiertas que está de pie y camina a ver a La Madre junto con sus pastores. Mas familia, mas comunidad; menos paquete, menos orden, menos limpieza…MUCHAMASVIDA.
Algo de mi nació en Huachana, no sabría decir bien que. Un color, una vibración especial, un sentido nuevo para mirar y tocar la realidad desde el Corazón de Dios al Corazón de los hombres.
Ojalá siga naciendo aún cuando ya no esté en esta tierra de soles.-
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